lunes, 30 de agosto de 2010

El Silencio y La Palabra



HABLAR oportunamente, es acierto
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es honradez

CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR de sí mismo, es humildad.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.

HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.

CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR en el dolor, es penitencia.

HABLAR de sí mismo, es vanidad
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsedades, es conciencia.

CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.

HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.

El silencio es la primera piedra del Templo de la sabiduría. – Pitágoras

El que sabe callar es siempre el más fuerte. – Amado Nervo

Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. – William Shakespeare

El hombre entra en la multitud para ahogar el clamor de su propio silencio.

De los hombres aprendemos a hablar; A callar sólo de los dioses.

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